En "Pasaje a Medio Oriente", el fotógrafo Ary Kaplan Nakamura enfrenta las realidades antagónicas de los pueblos árabe y judío, en imágenes nítidas y con humor.
M.M.
Un panorama diferente de eso que el mundo llama Medio Oriente. Lejos del estereotipo que muestran las cadenas internacionales de televisión, que atribuyen a esta zona de desiertos alternando con oasis y -sobre todo- conflictos bélicos y fanatismos, Ary Kaplan Nakamura viajó hacia allá en 2000 y registró con su cámara, ante todo, la riqueza de las culturas árabe y judía, con las que quedó maravillado. Y ahora lo muestra en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín), en una selección que llamó Pasaje a Medio Oriente. Fotos y relatos de un viajero.
Hasta el 28 de mayo, se puede ver la obra de este nieto de abuelos judíos europeos y japoneses, en un recorrido que es un recorte personal, una selección de 30 fotografías que plasman la vida cotidiana en Israel, Egipto y Jordania. "Con esta exposición busco derribar al menos una de las tantas causas de enemistad entre los seres humanos: el prejuicio ante lo diferente, mostrando la belleza de cada cultura", dice el autor.
Fotos con leyendas que abundan en la mirada particular del que detrás de la lente se sorprende y aprieta el disparador, componiendo imágenes en segundos, robando gestos a los rabinos que pasan corriendo por las calles de Jerusalén, o a los niños beduinos que buscan en los lugares turísticos espacio para su
mercado ancestral. Además de las fotos epigrafiadas (no sin humor), en la sala se puede completar este viaje con algunos relatos del choque con esa tierra lejana y "deseando la paz entre los pueblos".
http://www.ciudad.com.ar/ar/AR_Nota_2005/0,3813,3819,00.asp
No hay comentarios.:
Publicar un comentario